lunes, 24 de noviembre de 2014

SÁBADO EN SALAMANCA.

Sentada en la sábana del sillón de la sala, saboreando en silencio seis salsas, saco mi sexto sentido y seco el símbolo de la sierra del siervo. Separo serpientes y sepias en siete secciones. Se rompe el silencio con el sartenazo del sacerdote al secretario sangriento en el salón. Salgo de la sala y veo al sabueso satisfecho sentado en el suelo, sacando la segunda sardina del secador. El sastre sujetaba el sedal siguiendo al secretario que seguía vivo, cuando supo la señal empezó a saltar sesenta seguntos y lo siguiente que se, fue que sembró la sed. Con sed se origino el sida, pues caía saliva en el sendero de la selva del santuario de Salamanca. Ese sábado fue super singular.

2 comentarios:

  1. Está bastante bien, Sofía, se nota que lo has trabajado, sin embargo parte de la dificultad del ejercicio era hacer un texto que tuviera sentido y el tuyo ha quedado un tanto surrealista. También deberías tener más cuidado con los acentos.

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